No esperes un momento de

felicidad, vívelo ahora.


sábado, 11 de diciembre de 2010

Aquella niña...

Vuelve aquella niña que aún estaba escondida dentro de ti,que despierta cuando el corazón empieza a latir fuerte.
Un abrazo te llena de buen humor, una pelea tonta es capaz de sacarte de quicio, aquel malhumor que te acompañaba cotidianamente cuando algo no iba bien. Te vuelves ingenua, ves el mundo a colores paseándote por el gris de la ciudad. Corres feliz, cada vez más, sin pensar que te puedes caer. Y si después caes, la herida de la rodilla duele a morir, y te gustaría llorar, pero no lo haces, porque tu niña, eres fuerte! Cuando escondes las heridas duelen más, mucho más, y levantas los ojos al cielo y con un suspiro dices, ya me pasará.
Pero no siempre es así de fácil, si todas las heridas fueran como un rasguño en la rodilla, la vida seria maravillosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario